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MALVA: Ja, ja,. Vamos que adoraban al santo por la peana....

Como ayer me solicitaba Heli, os contaré la historia de cómo apareció San Candanedo.
En la villa de Puebla de Sanabria hay distintos barrios, y cada uno tiene su fiesta correspondiente, todos menos el barrio de Candanedo, por ser de reciente creación. Los jóvenes de dicho barrio tenían cierta envidia de los demás por no tener fiesta propia. Y en una noche de comercio y bebercio se decidió establecer una fecha para la fiesta.
Pero existía un problema, y no pequeño, saber la imagen (porqué no tenían) a la que debían elevar sus oraciones y peticiones.
Nada más sencillo, dijo Toñín. En Madrid hay una tienda que está en la calle que sale de la Plaza Jacinto Benavente y va en dirección del Puente Segovia (creo que se llama Concepción Jerónima), donde venden todo tipo de artilugios e imágenes de santos para las iglesias.
Pues dicho y hecho, cogieron el andandillo y pa Madrid que marcharon a comprar la imagen de San Candanedo.
Visitaron el lugar y los precios no se ajustaban al presupuesto con que habían contado en un principio, por lo que salieron de la tienda a pensar que hacer. Y donde mejor se tratan esos temas es en la barra de los bares, por lo que hicieron un recorrido, y no pequeño, por los mesones de la zona.
Entre ronda y ronda, y caña va y caña viene disminuía la bolsa de los dineros pero crecía el buen humor y el optimismo.
Vamos pa la tienda otra vez –dijo Javi- que mientras el dueño os contaba lo que allí había, vi detrás de la puerta una imagen con un letrero colgado donde ponía OCASIÓN.
Se presentan de nuevo en el comercio para evaluar el coste y la presencia de dicha imagen. Como el precio les pareció una ganga, las ganas de volver con el Santo y la emoción que los embargaba, no apreciaron los defectos que ocultaba el cartel de OCASIÓN.
Era bastante apañado, medía unos 80 cms y tenía un niño al costado al que el tendero le había puesto una especie de pedestal para que no se le cayera de los brazos dada la rotura que tenía a la altura del hombro. Pero de lejos ni se notaba.
Y para Puebla de Sanabria trajeron a San Candanedo. La llegada y el recibimiento que les esperaba, sobre todo del cura,.... bueno esa es otra historia......

Ja, ja,. Vamos que adoraban al santo por la peana. Lo siento pero no tengo tiempo de más. Ver si a la tardecica... Hasta luego.