Deberes de la buena educación. Los pequeños juegos de sociedad.
Estos juegos o distracciones aunque no sean adoptados por la moda, pueden no obstante agradar con tal que sean juiciosamente elegidos y cuidadosamente ejecutados. Se deben preferir los juegos de imaginación o memoria y mezclarlos con agradables narraciones, música e historietas cortas y alegres, procurando hacer de esta manera un todo agradable; pero importa sobre manera variar estos juegos proponiendo otros nuevos desde el momento que se conoce que su interés ha decaído.
En todas partes se encuentran personas que quieren dominarlo y dirigirlo todo y es este un defecto de mala educación que es preciso evitar a toda costa. Se puede, modestamente, proponer un juego, omitir su opinión acerca de él, pero es preciso evitar la tenacidad o insistencia para hacer adoptar una proposición propia. Desde el momento que no es del agrado general, es preciso saber callar y resignarse de buena voluntad con la decisión de la mayoría.
Estos juegos o distracciones aunque no sean adoptados por la moda, pueden no obstante agradar con tal que sean juiciosamente elegidos y cuidadosamente ejecutados. Se deben preferir los juegos de imaginación o memoria y mezclarlos con agradables narraciones, música e historietas cortas y alegres, procurando hacer de esta manera un todo agradable; pero importa sobre manera variar estos juegos proponiendo otros nuevos desde el momento que se conoce que su interés ha decaído.
En todas partes se encuentran personas que quieren dominarlo y dirigirlo todo y es este un defecto de mala educación que es preciso evitar a toda costa. Se puede, modestamente, proponer un juego, omitir su opinión acerca de él, pero es preciso evitar la tenacidad o insistencia para hacer adoptar una proposición propia. Desde el momento que no es del agrado general, es preciso saber callar y resignarse de buena voluntad con la decisión de la mayoría.