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MALVA: Ya está la 2ª edición de "tachuela", sólo falta llevarla...

Ya está la 2ª edición de "tachuela", sólo falta llevarla a la Pacheca, me pasaré ahora cuando salga del curro por la SGAE para cobrar los derechos y mandarlos a los autores,
Salud y vete diciendo
A LA ORACIÓN DEL HUERTO.
Hincado está de rodillas
orando a su padre inmenso
el que a la diestra sentado
juzgará vivo y muertos.
Como ha de morir en monte,
en el monte está el Cordero,
para ver, pues vio la hostia,
el cáliz donde le ha puesto.
A las palabras que dice
las penas se enternecieran,
que apenas de Dios las penas
suelen hacer sentimiento.
De ver a Dios de rodillas
se está deshaciendo el cielo,
aún los rayos del padre
se alegran de verlo en medio.
Si dice que Dios su alma
tristeza está padeciendo,
¿cómo ha de haber cosa alegre
en la tierra ni en el cielo?.
Pues para verificarse
que era hombre verdadero,
fue menester que su carne
tuviese la muerte en medio.
Al fervor de la oración
sudó sangre todo el cuerpo,
que sus delicados poros
quedaron todos abiertos.
Aquel bálsamo precioso
cogió la tierra en el seno,
que como es madre del hombre
quiere guardar su remedio.
Echose en la tierra Cristo
dejando su rostro impreso,
que es de amantes dar retratos
cuando se está despidiendo.
5
Al padre vuelve la espalda
para que en sus hombros tiernos
den los rayos de tu ira,
no al suelo que está cubierto.
En fin, volviendo la cara,
de su mismo padre espejo,
movió el cielo con la voz
a lástima y a silencio.
Pase este cáliz de mí,
si es posible, Padre Eterno;
mas no se haga mi gusto,
tu voluntad obedezco.
Crecieron tanto las ansias
que fue menester que luego,
rompiendo un Ángel los aires,
bajase a darle consuelo.
¡Ay, Jesús de mis entrañas ¡
cómo habéis llegado a tiempo
que os consuelen siendo Dios,
las criaturas que has hecho.
¿A dónde estáis, Virgen pura,
que a falta vuestro los cielos
un ángel a Cristo envían ¿
llegad, consoladle presto.
Decidle: dulce Hijo mío,
cuando ayunaste vinieron,
mil ángeles a esforzaros
con soberano sustento.
Cuando naciste bajaron
dos mil ejércitos bellos;
y cuando vais a morir
uno sólo viene a veros.
Limpiadle Virgen piadosa,
la sangre con los cabellos;
que pues le deja su Padre,
vea a su madre a lo menos.
6
Id Vos con ella, alma mía,
entrad con ella en el huerto,
no sospechen que os quedáis
con el que viene a prenderlo.
Decidle: dulce Jesús,
aquí estoy al lado vuestro,
para padecer por Vos,
no para negaros luego.
Vámonos presos los dos,
pues vais por mi culpa preso;
cinco mil son los azotes,
muchos son, partir podemos.

Para adquirirla hay que cantar el "HINCADO"