Este mismo muere triste
no lejos de la ciudad
porque juzguen que es ladrón
entre dos ladrones va.
Un madero lleva al hombro,
lugar en que ha de pisar
el solo racimo fértil
de aquella vid virginal.
En su delicado cuello
lleva el príncipe de paz
de dos pesadas columnas
su imperio y cetro real.
no lejos de la ciudad
porque juzguen que es ladrón
entre dos ladrones va.
Un madero lleva al hombro,
lugar en que ha de pisar
el solo racimo fértil
de aquella vid virginal.
En su delicado cuello
lleva el príncipe de paz
de dos pesadas columnas
su imperio y cetro real.