Corrió un hombre y puso luego
a sus labios celestiales
con una caña una esponja
llena de hiel y vinagre.
En la boca de Jesús
pones hiel, hombre, ¿qué haces?
mira que por ese cielo
de Dios las palabras salen.
Advierte que en ella puso
con sus pechos virginales
María su blanca leche,
mucha dulzura suave.
a sus labios celestiales
con una caña una esponja
llena de hiel y vinagre.
En la boca de Jesús
pones hiel, hombre, ¿qué haces?
mira que por ese cielo
de Dios las palabras salen.
Advierte que en ella puso
con sus pechos virginales
María su blanca leche,
mucha dulzura suave.