Menudo de bien estuvo la cena. De entrantes, unas aceitunicas mu ricas y de salientes, todavía estamos en ello. ¡Tú verás, con dos platos de alubias!
Una cena muy frugal. Ya me contarás, llegué a casa con hambre y todo.
¡Adela, dile a Pedro que me saque unas aceitunicas pequeñinas, como las de la otra noche, que vienen bien pa pasar un Cermeño por su sitio!