Cuando digo esto es claro que hablo de la luna
esa esfera con su radiante epidermis platinada
ella gira en el espacio con el Planeta aparejada
y tiene un donaire que la luce como a ninguna.
Cuando su cuerpo mengua los mares se remansan
y todos los líquidos que seguro al planeta perforan
tal parece que se complacen mientras descansan
en tanto los humanos con su influjo se enamoran.
Pero luego exhibe ella crecimiento desenfrenado
alcanzando con su blanca luz todos los rincones
suben raudas las aguas y también las emociones
y todo en esta vida parece por la luna controlado.
Las hojas en primavera renacen con sus moños
y así el hombre poda su vergel en la menguante
poco a poco la naturaleza cambia su semblante
cuando brotan en las plantas los fértiles retoños.
Si en su figura la mujer quiere verse complacida
el pelo en la menguada luna debe justo recortar
para que llegue la creciente con su fuerza estelar
y le otorgue a su cabello una belleza distinguida.
esa esfera con su radiante epidermis platinada
ella gira en el espacio con el Planeta aparejada
y tiene un donaire que la luce como a ninguna.
Cuando su cuerpo mengua los mares se remansan
y todos los líquidos que seguro al planeta perforan
tal parece que se complacen mientras descansan
en tanto los humanos con su influjo se enamoran.
Pero luego exhibe ella crecimiento desenfrenado
alcanzando con su blanca luz todos los rincones
suben raudas las aguas y también las emociones
y todo en esta vida parece por la luna controlado.
Las hojas en primavera renacen con sus moños
y así el hombre poda su vergel en la menguante
poco a poco la naturaleza cambia su semblante
cuando brotan en las plantas los fértiles retoños.
Si en su figura la mujer quiere verse complacida
el pelo en la menguada luna debe justo recortar
para que llegue la creciente con su fuerza estelar
y le otorgue a su cabello una belleza distinguida.
Ni qué decir de los hombres si llega la creciente
denotan en su cuerpo serios cambios vasculares
la sangre alborota y el dispensador de la simiente
parece surgir por orden de mandatos hormonales.
Si fatal el hombre a la Tierra de la luna despojara
todos los ciclos en esta vida de seguro culminarían
a la hermosa mujer su noble fertilidad diezmarían
y seguro que el hombre de ella ya no se antojara.
En la luna descansan las nueve musas estelares
y desde allí vienen cuando el hombre las convoca
volando ellas se aproximan con su bella risa loca
para traerle al poeta sus lindos versos coloquiales.
Por eso debemos venerar las bondades de Selene
acatar sus ciclos con una frecuencia disciplinada
y abrir el corazón en una forma bien apasionada
para escuchar de lo celeste lo que más conviene.
Mauricio Bernal Restrepo.
Buenas tardes amigos y amigas de Malva,
Que tengais una feliz tarde
Un bonito fin de semana
Un besoooooooooooooooooooooooooo
denotan en su cuerpo serios cambios vasculares
la sangre alborota y el dispensador de la simiente
parece surgir por orden de mandatos hormonales.
Si fatal el hombre a la Tierra de la luna despojara
todos los ciclos en esta vida de seguro culminarían
a la hermosa mujer su noble fertilidad diezmarían
y seguro que el hombre de ella ya no se antojara.
En la luna descansan las nueve musas estelares
y desde allí vienen cuando el hombre las convoca
volando ellas se aproximan con su bella risa loca
para traerle al poeta sus lindos versos coloquiales.
Por eso debemos venerar las bondades de Selene
acatar sus ciclos con una frecuencia disciplinada
y abrir el corazón en una forma bien apasionada
para escuchar de lo celeste lo que más conviene.
Mauricio Bernal Restrepo.
Buenas tardes amigos y amigas de Malva,
Que tengais una feliz tarde
Un bonito fin de semana
Un besoooooooooooooooooooooooooo