Anoche me dió un buen susto la mi niña, que se tragó una espina de pescado y se le quedó clavada en un angina. La tuve que llevar al hospital y menos mal que era accesible y se la extrajeron enseguida.
¡Hola chacha! Pon la lumbre al 8, que al 12 nos achicharramos. Pobrecita, Carmen, ojalá que esté ya recuperada del todo y tan guapa como siempre.