Me temo que a partir de ahora no me encuentre el culo con las manos, que no voy a saber qué va a ser de mi vida, que... ¡vaya putada, ya no hay toros en cataluña!.
Y habrán cobrado dietas y todo por ir a discutir en el parlamento si hay toros o no. ¡Se dice bien!... y a no muchos kilómetros algún niño se estará muriendo de hambre.