Por cierto, como se avecina la novena y eso, no puedo por menos de acordarme de algo que resulta muy curioso en nuestro pueblo. El baile en la plaza, casi deshabitada y los bares alrededor de la plazuela. ¿No estarían mejor juntos el baile y los bares? Así si se te seca la boca de ligar, puedes invitar a la chica, sin necesidad de tener que coger el metro.