
Queridos Reyes Magos: me he portado mu superior todo el año y por eso os escribo para pediros mis regalos. Ya se que podía daros un toque al móvil o entrar en el facebook, pero mi padre era el cartero de Malva y es mejor por correo, ¡ande vas a parar!
Quiero que me pescudéis estos alamares:
- Dos latas de pimientos morrones abiertas y otras dos de sardinas para hacer un tractor, un trillo y un remolque de juguete.
- Un culo de pozaleta para hacer un aro, con eso voy montao a hacer los recaos y tardo menos.
- Una almohada de algún reclinatorio viejo para que no me manque la barra de la bicicleta en la mismísima puente.
- Una garrafa de mercromina que tengo las rodillas escarnadicas del todo de los trompazos que me arreo aprendiendo a andar en bici.
Espero que me traigais todos porque, además, yo no fui el que le escondió la moto a Udosio.
No os puedo poner zapatillas para que me dejéis los regalos porque las tengo esbaratadas de dar frenazos con la bicicleta, con que me los dejáis en el batedero de la puerta que ya mañana, si eso, los meto yo p’adentro en cuanto me levante. Y no andéis bobiando por el humero que os llenáis y luego os mullen a palos en casa.
Si vienen con sed los camellos los podéis amorrar a los chupiteles de los boquizos del tejado. Excusan tener que agacharse a la pozaleta y que Melchor se resbale, por menos de nada, y marche por el cuello p’abajo. Eso sí andar con ojo no os estacéis con el cargadero de la puerta, que está mu bajo y encima tiene una punta mu grande pa colgar las asaduras. ¡A que os esgarráis las pellizas!. Luego no digáis que no os lo dije.
Si no me queréis echar nada, tampoco les echéis a los otros chiquitos, con eso marchamos a La capilla, lo más cerca, a jugar a las mecas, a la madre, a la pulga y el piojo, a bajar potras y a todo eso que seguro que lo pasamos mejor. Hasta el año que viene.
Quiero que me pescudéis estos alamares:
- Dos latas de pimientos morrones abiertas y otras dos de sardinas para hacer un tractor, un trillo y un remolque de juguete.
- Un culo de pozaleta para hacer un aro, con eso voy montao a hacer los recaos y tardo menos.
- Una almohada de algún reclinatorio viejo para que no me manque la barra de la bicicleta en la mismísima puente.
- Una garrafa de mercromina que tengo las rodillas escarnadicas del todo de los trompazos que me arreo aprendiendo a andar en bici.
Espero que me traigais todos porque, además, yo no fui el que le escondió la moto a Udosio.
No os puedo poner zapatillas para que me dejéis los regalos porque las tengo esbaratadas de dar frenazos con la bicicleta, con que me los dejáis en el batedero de la puerta que ya mañana, si eso, los meto yo p’adentro en cuanto me levante. Y no andéis bobiando por el humero que os llenáis y luego os mullen a palos en casa.
Si vienen con sed los camellos los podéis amorrar a los chupiteles de los boquizos del tejado. Excusan tener que agacharse a la pozaleta y que Melchor se resbale, por menos de nada, y marche por el cuello p’abajo. Eso sí andar con ojo no os estacéis con el cargadero de la puerta, que está mu bajo y encima tiene una punta mu grande pa colgar las asaduras. ¡A que os esgarráis las pellizas!. Luego no digáis que no os lo dije.
Si no me queréis echar nada, tampoco les echéis a los otros chiquitos, con eso marchamos a La capilla, lo más cerca, a jugar a las mecas, a la madre, a la pulga y el piojo, a bajar potras y a todo eso que seguro que lo pasamos mejor. Hasta el año que viene.