No demasiado. A pesar de la cuenta atrás y eso, no es que se me esté haciendo muy largo. Especialmente este que nos está concediendo un
verano de lujo (sé que, en breve, me arrepentiré de lo que estoy diciendo): fresquito, fresquito,... Insisto en que no se corra la voz porque como abra el tiro no va a haber quién pare, como es habitual.