Y si aún sigue...
Si no estás satisfech@ con el aspecto de tu tripa, revisa tu forma de comer. Puede que no sólo la cantidad sea excesiva sino que estés abusando de alimentos demasiado grasos y acidificantes. Modera el consumo de:
- carnes y pescados grasos (salmón, pez espada)
- lácteos enteros
- harinas blancas y los productos elaborados con ellas (sobre todo bollería industrial)
- azúcar blanco y todo lo elaborado con él (dulces, zumos, refrescos, comida congelada precocinada, enlatados…) - alimentos procesados químicamente, como la fast food
- bebidas carbonatadas (especialmente la coca cola)
- bebidas alcohólicas
- café y té negro
Si no estás satisfech@ con el aspecto de tu tripa, revisa tu forma de comer. Puede que no sólo la cantidad sea excesiva sino que estés abusando de alimentos demasiado grasos y acidificantes. Modera el consumo de:
- carnes y pescados grasos (salmón, pez espada)
- lácteos enteros
- harinas blancas y los productos elaborados con ellas (sobre todo bollería industrial)
- azúcar blanco y todo lo elaborado con él (dulces, zumos, refrescos, comida congelada precocinada, enlatados…) - alimentos procesados químicamente, como la fast food
- bebidas carbonatadas (especialmente la coca cola)
- bebidas alcohólicas
- café y té negro