¡Que no, boba! Dile a Loly (¡mal pensada!) que estábamos comprando los hilos y las agujas de Cari para su vicio del punto de
cruz. Lo que pasa es que se confundieron y en las agujas pincharon unos rebojitos de carne ¡marchando cuatro que sí!
Un besazo navideño, que me voy, que tengo otro corte abierto: hoy
comida con los viejos
amigos de Medina del
Campo... ¡
Felicidades para los/las de los cumpleaños!