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MALVA: Y al completo....

Y al completo.

12.- JUGUETES

Perdón por entrar sin llamar, pero la puerta estaba abierta, y creo que se oía de fondo el Welcome To The machine de los Pink Floid (que nos querrían decir), ya casi no me acuerdo, pero eso me pasa también con algunos juguetes que tuvieron algunos en Malva, algunos juguetes que nos quedaron malamente en la memoria, pero sólo algunos, por supuesto que haber, habrá, muchos más y diferentes para cada uno.
Empezaré por el primer coche teledirigido que yo vi, Creo que era un Mercedes Benz blanco, pero no estoy seguro, los que si estarán seguros son Jesús y Deme, los de Bigotes, pues lo tenían ellos, era teledirigido, pero por cable, por radio no existían, tenía intermitentes, luces, marcha adelante, marcha atrás, y dirección por supuesto. Y de un tamaño razonable de unos treinta o cuarenta centímetros de largo.
A pilas. Vamos que quitaba el hipo.
Espero confirmación de estos recuerdos y saber que fue de aquel coche.

Un tractor de un tamaño parecido lo tenían los de Don Carlos, pero cuando yo lo vi, ya estaba estropeado, recuerdo que tenía un montón de mecanismos y cables, pero muchos cables, lo que llamábamos las tripas del juguete, arranque, marchas, atrás, adelante, acelerador, freno de mano, pero lo que más me impactó fue la cantidad de cables eléctricos y repito e insisto en la cantidad de cables y de mecanismos que tenía, pues si no hubiera sido por estos, ahora no me acordaría y no lo estaría contando.

Seguimos oyendo el Welcome To The machine de los Pink Floid….
Otro juguete que hizo furor en todo el pueblo, fue otro tractor, éste sin cables, ni mecanismos tan complejos, un poco mayor y a pedales, el John Deere verdiamarillo de los hermanos Zamorano, siempre uno de ellos subido en él dando pedales y los demás corriendo detrás.

Un tren eléctrico tenía Jesús el de Fermín, en el “sobrao”, de los metálicos, como se hacían antes los juguetes, montábamos las vías o las tenía ya montadas, le dábamos al interruptor y alé a dar vueltas con paradas incluidas en la respectiva estación, escuchando ese sonido tan característico de los trenes eléctricos.

Y por último y no podía ser menos, otro tractor, éste era más pequeño de menos de una cuarta aproximadamente, era todo metálico, menos las ruedas de goma, de color naranja, y lo que me llamó la atención de este tractor fue su sistema de propulsión, tenía la llave de cuerda lateral, tradicional de los juguetes de toda la vida, pero un sistema no como los coches estos de los niños pequeños que los friccionas contra el suelo y salen disparados, este después de darle cuerda, comenzaba a andar muy despacio, subiendo y bajando todo lo que se le pusiera por delante y duraba un montón la cuerda, o sea que tenía cuerda para rato. Este artefacto lo tenían los de la plebe, y ya dije en su día quien era la plebe en Malva, que por supuesto que habrá otras plebes en otros pueblos.

Y como ya me he pasado tres pueblos, no quiero terminar sin mencionar nuestras primeras bicicletas, las de todos (algunas con ladrón incluido).

¿O no!

Y creo que mañana ya toca hablar un poco del gobierno.

Salud.