16.- CINE, CINE, SÓLO CINE
Perdón por entrar sin llamar, pero aunque la puerta parecía trancada, estaba abierta, se oía de fondo el león de la Paramount, o tal vez era el Sugar Sugar de The Archies, parecía que estaba trancada, pero estaba abierta, y por que repito otra vez esto, pues no sé. El caso es que para entrar había que pagar una peseta, por lo menos las primeras veces y los pequeños, los mayores no sé lo que pagarían. Había que pagar para entrar en el salón de baile, pero esta vez no había baile.
Lo que había era……. Tata, tatán, tata tatáaaaaaaaaaaaaaaaaaaan…. CINE, con mayúsculas.
Que peliculones vimos, sentados en el suelo, en la pared del fondo, frente del templete desde donde se proyectaba. Y si te daba encima para una bolsa de pipas de a peseta que rica La Pilarica repita, a veces con premio en el papelito blanco que venía dentro, no te digo nada, el problema es que casi nunca te daba.
Que ilusión cuando aparecía aquel hombrico, el hombre del cine, con el Renault 4/4, que por cierto fue el primer vehículo fabricado en la Fasa de Valladolid.
Yo de la primera película que me acuerdo fue “El Ladrón de Bagdag”, batalla interminable para conseguir las siete rosas para despertar a la bella ………y como, la última rosa que llevaba en el refajo, ya mustia florece de nuevo…….
Otra fue “Las hijas del Cid”, Cid al que no vimos. Sólo a sus hijas, que lo pasaron “mu” malamente las pobres.
Y no podía faltar …..”La vida del Cordobés”, saltando tapias, robando gallinas, toreando a la luz de la luna……
Años más tarde vinieron otros, con otra película, creo que era de gladiadores, de “loeste” o algo parecido, es lo de menos, el caso es que la maquina era muy vieja y echaba humo por la parte de arriba y se cortaba la cinta cada poco, que tiempos.
A ver quien da más.
Cine, cine, sólo cine.
Y esto es lo que hoy hay.
Salud.
Perdón por entrar sin llamar, pero aunque la puerta parecía trancada, estaba abierta, se oía de fondo el león de la Paramount, o tal vez era el Sugar Sugar de The Archies, parecía que estaba trancada, pero estaba abierta, y por que repito otra vez esto, pues no sé. El caso es que para entrar había que pagar una peseta, por lo menos las primeras veces y los pequeños, los mayores no sé lo que pagarían. Había que pagar para entrar en el salón de baile, pero esta vez no había baile.
Lo que había era……. Tata, tatán, tata tatáaaaaaaaaaaaaaaaaaaan…. CINE, con mayúsculas.
Que peliculones vimos, sentados en el suelo, en la pared del fondo, frente del templete desde donde se proyectaba. Y si te daba encima para una bolsa de pipas de a peseta que rica La Pilarica repita, a veces con premio en el papelito blanco que venía dentro, no te digo nada, el problema es que casi nunca te daba.
Que ilusión cuando aparecía aquel hombrico, el hombre del cine, con el Renault 4/4, que por cierto fue el primer vehículo fabricado en la Fasa de Valladolid.
Yo de la primera película que me acuerdo fue “El Ladrón de Bagdag”, batalla interminable para conseguir las siete rosas para despertar a la bella ………y como, la última rosa que llevaba en el refajo, ya mustia florece de nuevo…….
Otra fue “Las hijas del Cid”, Cid al que no vimos. Sólo a sus hijas, que lo pasaron “mu” malamente las pobres.
Y no podía faltar …..”La vida del Cordobés”, saltando tapias, robando gallinas, toreando a la luz de la luna……
Años más tarde vinieron otros, con otra película, creo que era de gladiadores, de “loeste” o algo parecido, es lo de menos, el caso es que la maquina era muy vieja y echaba humo por la parte de arriba y se cortaba la cinta cada poco, que tiempos.
A ver quien da más.
Cine, cine, sólo cine.
Y esto es lo que hoy hay.
Salud.