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MALVA: 20.- MEAOS DE BURRO...

20.- MEAOS DE BURRO

Perdón por entrar sin llamar, pero la puerta estaba abierta, se oía en la calle el Never Can Say goodbyde de Gloria Gaynor. Los siglos XIX y XX, se pude decir que fueron los siglos de los inventos. De inventos se podría hablar mucho, largo y tendido, pero a mí me ha llamado la atención uno de ellos, y no os podéis imaginar a cual me refiero. Se trata del invento de la shandy, sí de la shandy esa bebida refrescante que todo el mundo conoce. Me quito el sombrero ante el que la inventó y más bien me lo quito al que se le ocurrió la idea de sacarla al mercado y venderla.

Música:
< ¡Que idea! De Pino D’angio
Oh yeah
¿Se dice así no?
Después, después que idea
Gran idea a parte del asco que las das. Que idea. Mira, mira, que corte te vas a llevar.
Baila, baila, que idea, baila, baila, que idea.>

Y es que es eso señores, que idea, es vender gaseosa a precio de cerveza, o más cara si me apuras, que idea.
¿Y qué es la shandy?
Que no es más que una gaseosa con menos de un misero y escaso 5% de cerveza y de limón o sea gaseosa.

Que son los mismos “meaos de burro” que traía a Malva a los bares aquel hombrico de Belver de los Montes en los aguaderos del burro, lo mismo y con el mismo color, pero sin título claro. No os acordáis de aquellas botellas largas y estrechas, de color verde botella algunas valga la redundancia, otras más claras, casi transparentes, con chapete, eran gaseosas con sabor a limón.
Y las cobraban al precio de gaseosas, al principio a dos reales y más tarde a peseta.
Las llamábamos meaos de burro.

¡O no?

Salud.