21.- DICES TÚ DE FUTBOL
Perdón por entrar sin llamar, pero la puerta estaba abierta, y cuando de fondo se oye el Looking Out My Back Door de los Creedence Clearwater Revival, pues pasa lo que pasa que se puede liar todo.
Como se lía todo con tanto partido del siglo Madrid-Barsa-Barsa-Madrid.
Pero esto no es nada comparado con los partidazos de futbol que jugábamos en las eras de Malva, cuando había era, dios si es que parecía que le molestábamos a todo el mundo, cuantas veces tuvimos que salir por piernas al grito:
- ¡Que viene fulano!, el dueño de la era o el pastor de turno que la tenía de pasto para las ovejas.
- ¡Coger el balón, coger el balón!
Por que si te lo apañaba el dueño de la era, estábamos arreglados, que no os creáis que teníamos un saco de balones y unos recogepelotas, como ahora.
Días hubo que no se pudo jugar por no tener balón. Por que se había encajado, por que se había atufado el dueño de él, o simplemente por que no había.
Pero cuando había, que partidos madre mía, en las eras de arriba, en la de Andrés con la de Balbino, en la de Siro, en la de Zenón, en la de Félix, en la de la laguna de Policarpo, en la de mi abuelo, mismamente en la era Pedrosa, en las del paseo a la derecha, en la primera y en la última y por que no a la izquierda, en la de “pacá” de la caseta de David, en la de la derecha, en la capilla y hasta en la revuelta, alguna vez incluso en alguna tierra de labor al lado de la fuente.
Pero cuando de verdad se liaba, era cuando aparecían en escena (con perdón a todos), José María El Mosco, Valentín Andoba Barroblanco, Felisín La Burra, y Fernandito (anda de éste no me acuerdo del mote), se liaba la marimorena, lo de menos era ya el balón, se trataba de dar patadas en las canillas, en las corvas, o donde pillaban, terminaban en una esquina de la era o contra la pared de una caseta dándose patadas y los demás seguíamos jugando al fútbol.
¡O no?
Salud.
Perdón por entrar sin llamar, pero la puerta estaba abierta, y cuando de fondo se oye el Looking Out My Back Door de los Creedence Clearwater Revival, pues pasa lo que pasa que se puede liar todo.
Como se lía todo con tanto partido del siglo Madrid-Barsa-Barsa-Madrid.
Pero esto no es nada comparado con los partidazos de futbol que jugábamos en las eras de Malva, cuando había era, dios si es que parecía que le molestábamos a todo el mundo, cuantas veces tuvimos que salir por piernas al grito:
- ¡Que viene fulano!, el dueño de la era o el pastor de turno que la tenía de pasto para las ovejas.
- ¡Coger el balón, coger el balón!
Por que si te lo apañaba el dueño de la era, estábamos arreglados, que no os creáis que teníamos un saco de balones y unos recogepelotas, como ahora.
Días hubo que no se pudo jugar por no tener balón. Por que se había encajado, por que se había atufado el dueño de él, o simplemente por que no había.
Pero cuando había, que partidos madre mía, en las eras de arriba, en la de Andrés con la de Balbino, en la de Siro, en la de Zenón, en la de Félix, en la de la laguna de Policarpo, en la de mi abuelo, mismamente en la era Pedrosa, en las del paseo a la derecha, en la primera y en la última y por que no a la izquierda, en la de “pacá” de la caseta de David, en la de la derecha, en la capilla y hasta en la revuelta, alguna vez incluso en alguna tierra de labor al lado de la fuente.
Pero cuando de verdad se liaba, era cuando aparecían en escena (con perdón a todos), José María El Mosco, Valentín Andoba Barroblanco, Felisín La Burra, y Fernandito (anda de éste no me acuerdo del mote), se liaba la marimorena, lo de menos era ya el balón, se trataba de dar patadas en las canillas, en las corvas, o donde pillaban, terminaban en una esquina de la era o contra la pared de una caseta dándose patadas y los demás seguíamos jugando al fútbol.
¡O no?
Salud.