Y cruzar la plaza (entonces de cantos y tierra) sin pisar barro con el charco que se organizaba con la gatera de la Sra Sole. Al llegar a la plaza se juntaba con el agua que se caía de la fuente y del pilón. Se organizaba un regatillo que solo se despedía en la cunata al llegar a la piedra que había en la acera de Aurelia