El último plan de ajuste aprobado el domingo es otra vuelta de tuerca en la misma dirección. Mientras las calles de Atenas ardían y Wall Street suspiraba aliviado, el parlamento griego aprobó un nuevo tijeretazo brutal: despide otros 15.000 funcionarios, reduce un 20% el salario mínimo –de 751 euros a 600 al mes– y recorta las pensiones para ahorrar 3.330 millones de euros. Dicen que no hay dinero para más. No es del todo verdad. El presupuesto militar griego sube en 2012: son 7.000 millones, un 18,2% más que el año anterior. Gran parte de esos fondos servirán para pagar otros 243 tanques Leopard y dos nuevos submarinos U31 a Alemania; o 15 helicópteros y seis fragatas a Francia. ¿Queda claro cuál es la prioridad? (Nacho Escolar)
Pues ya verás el que aprueben el viernes en consejo de ministros aquí. Van a empezar los EREs en el sector público. Atentos que ya veréis que Atenas no está sola, Madrid le sigue