Hoy me he acordado de mi padre, como no podía ser menos. En el día del padre, o en su cumpleaños, o en Navidad que era cuando le hacíamos algún regalo, le regalaras lo que le regalaras: una camisa, unos calcetines, unos moqueros.... lo que fuera, siempre decía lo mismo: ¡pa qué andáis gastando que no me hace falta nada!. Pero eso sí, si le regalabas un bolígrafo, aunque fuera de propapaganda, se ponía tan contento. Se ponía las gafas y lo probaba en un cacho papel, y decía "pues escribe mu superior" y hala, se lo ponía en el bolsillo de la camisa como si fuera un tesoro.