MALVA: Cinco días...

Cinco días
Los Presupuestos, presentados el pasado viernes y desglosados ayer, no han ayudado a consolidar la confianza en el país. En cualquier caso, el principal desencadenante de la última escalada del coste de financiación fue el desafío del presidente del Ejecutivo a Bruselas, cuando unilateralmente fijó un objetivo de déficit del 5,8% para el presente ejercicio.

El 2 de marzo, precisamente en la capital comunitaria, Rajoy retó a Merkel y al resto de las estructuras europeas de poder. Fue entonces cuando se estableció el punto de inflexión en la evolución de la rentabilidad de la deuda y de la prima de riesgo. El bono a una década a comienzos de marzo marcaba una rentabilidad del 4,9% y hoy ha terminado en el 5,7%. La subida del coste de financiación a este plazo se ha disparado, por tanto, más de un 16%.

Los datos revelan que los inversores extranjeros siguen sin fiarse de la deuda española. De noviembre hasta febrero han vendido cerca de 54.000 millones en letras, bonos y obligaciones de Estado. Los datos de marzo aún no están disponibles, pero a tenor del comportamiento de la deuda en el mercado secundario y de las últimas subastas efectuadas por el Tesoro, es de esperar que continúe la tendencia vendedora.

El interés que exige el mercado a la deuda nacional ha crecido en todos los plazos. La rentabilidad del bono a dos años ha pasado en un mes del 2,2% a superar el 2,7%. La referencia a cinco años ha subido hasta el 4,5% desde el 3,5%. La escalada en este caso roza el 29%.

Hoy, el deterioro ha sido especialmente intenso. El pobre resultado de la subasta se ha saldado con un fuerte repunte del diferencial que, en menos de dos horas, ha superado los 390 puntos básicos y ha cerrado en ese nivel.

Es cierto que España no ha sido el único país atacado. En la última semana los diferenciales de las otras naciones periféricas han vuelto a sufrir la desconfianza de los inversores. Desde Renta 4, Natalia Aguirre señala que los informes publicados en los últimos días sobre la debilidad fiscal de países como Portugal o las dificultades que sigue atravesando Italia no hacen más que añadir leña al fuego.

En el caso del riesgo-país español el ascenso de la prima se ve reforzado por la aprobación de unos Presupuestos que incluyen un ajuste intenso del gasto, algo que podría acabar limitando aún más las posibilidades de crecimiento de una economía que tal y como confirmó el Banco de España ya ha entrado en recesión.