Oferta para ti

MALVA: Eso como mínimo.

Me acuerdo una vez que nos pegamos un madrugón grande, pa ir a espigar un montón de muchachos y muchachas, todos de la calle La Puebla, que había unos pocos. Mi hermana como era la mayor, iba un poco al cargo de nosotros y de Félix y Manoly. Fuimos a levantarlos, pues estaban solos ya que tio Félix y tia Tere se habían levantado antes y estaban a acarriar. No andaba malo Felixín calentando un tazón de porcelana blanco con leche, al fuego del butano, directamente. Tú verás lo que tardó el tazón en estallar. Menuda la preparó. Allí mi hermana de jefa resolvió el tema como buenamente pudo y le echó el merecido sermón. Nosotros no entendíamos porqué se había roto, pero lo vimos.

Le díría: ¡Esmanao, que eres un esmanao!

Eso como mínimo.