He estado con Miguel, y os puedo decir que se está quedando como una sífide.
Vamos a tener que pagarle la comida de la apuesta.
Vamos a tener que pagarle la comida de la apuesta.
Pues anda que no queda sacrificio para ganar la apuesta. Con decirte que a veces me quedan ganas de deciros que abandono. Si no fuera Pedro el nuestro que de vez en cuando me llama y me dice:"No te rindas"