Réplica de FACEBOOK.
25.- LA GREDA
de José María García Mateos (Notas) el miércoles, 3 de Julio de 2013 a la (s) 2:09
25.- LA GREDA
Perdón porentrar sin llamar, pero la puerta estaba abierta y se oía de fondo el House ofthe Rising Sun of The Animals. Sería al comienzo de la primavera cuando alsalir por la tarde de la escuela, previo paso por nuestras casas para coger lamerienda, un cacho pan con chorizo o conuna pastilla de chocolate y una naranja de “wasi”, que íbamos comiendo por lacalle dirigiéndonos a las peñas.
En sus laderas buscábamos por el color de latierra una buena veta de greda, con sus láminas de tenues colores verdes pálidos, tonos anaranjados, rojizos y hasta blanquecinos a veces. Conseguido unbuen pedazo de greda nos cobijábamos a la “obrigada” de una de las paredes delcabañal, dependiendo de donde viniera el viento, el cabañal creo que erael de Masero.
No sé por que aesa zona del pueblo se le llamó siempre “Las Peñas”, pues de peñas no tienenada, todo lo contrario allí lo que abundan son las tierras arcillosas originadas por rocas sedimentariasricas en sílice y en aluminios, las que se utilizan especialmente para laalfarería. De hecho de allí y a la vista está, siempre se extrajo tierra parael tejar que había al lado.
Y mojando lagreda con un poquito de agua, que cogíamos de cualquier charco con el primerbote que encontrábamos, empezábamos a amasarla, normalmente dándole golpescontra un canto fino (En malva siempre diferenciamos los cantos de las piedras, llamábamos piedras a las calizas blancas y ásperas con las que están hechas algunas de lasparedes y sobre todo los muros y las torres de las iglesias; y cantos a todo los demás, los qué tienen formasredondeadas y de colores más oscuros).
Una vez amasaday humedecida en su punto idóneo quedabaya preparada para modelar todo tipo deanimales, perros, gatos, ovejas, cabras, cerdos, burros, mulas, pájaros…, enfin lo que veíamos en nuestro entorno. Esosi, el rabo del cerdo nos quedaba que ni “pintáo”.
¡O no?
Salud.
25.- LA GREDA
de José María García Mateos (Notas) el miércoles, 3 de Julio de 2013 a la (s) 2:09
25.- LA GREDA
Perdón porentrar sin llamar, pero la puerta estaba abierta y se oía de fondo el House ofthe Rising Sun of The Animals. Sería al comienzo de la primavera cuando alsalir por la tarde de la escuela, previo paso por nuestras casas para coger lamerienda, un cacho pan con chorizo o conuna pastilla de chocolate y una naranja de “wasi”, que íbamos comiendo por lacalle dirigiéndonos a las peñas.
En sus laderas buscábamos por el color de latierra una buena veta de greda, con sus láminas de tenues colores verdes pálidos, tonos anaranjados, rojizos y hasta blanquecinos a veces. Conseguido unbuen pedazo de greda nos cobijábamos a la “obrigada” de una de las paredes delcabañal, dependiendo de donde viniera el viento, el cabañal creo que erael de Masero.
No sé por que aesa zona del pueblo se le llamó siempre “Las Peñas”, pues de peñas no tienenada, todo lo contrario allí lo que abundan son las tierras arcillosas originadas por rocas sedimentariasricas en sílice y en aluminios, las que se utilizan especialmente para laalfarería. De hecho de allí y a la vista está, siempre se extrajo tierra parael tejar que había al lado.
Y mojando lagreda con un poquito de agua, que cogíamos de cualquier charco con el primerbote que encontrábamos, empezábamos a amasarla, normalmente dándole golpescontra un canto fino (En malva siempre diferenciamos los cantos de las piedras, llamábamos piedras a las calizas blancas y ásperas con las que están hechas algunas de lasparedes y sobre todo los muros y las torres de las iglesias; y cantos a todo los demás, los qué tienen formasredondeadas y de colores más oscuros).
Una vez amasaday humedecida en su punto idóneo quedabaya preparada para modelar todo tipo deanimales, perros, gatos, ovejas, cabras, cerdos, burros, mulas, pájaros…, enfin lo que veíamos en nuestro entorno. Esosi, el rabo del cerdo nos quedaba que ni “pintáo”.
¡O no?
Salud.