Repito que el atropello no ha tenido consecuencias graves salvo un cardenal en las piernas de la vaca y un fuerte dolor de testículos del toro, pero era "p'habernos matao" según manifestaron a la salida de centro asistencial donde fueron atendidos.
¡Ay qué risa! Es que el refrán es una verdad como un templo "la jodienda no tiene enmienda", y ahora podemos añadir "ni pa los toros y vacas"
Sobre todo porque la jodienda en castellano recio tiene que ver más con sometimiento al macho que con el placer.