Réplica de FACEBOOK.
36.- ERA DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO OIR MISA LOS DOMINGOS Y FIESTAS DE GUARDAR.
28 de Julio de 2013 a la (s) 12:07
36.- ERA DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO OIR MISA LOS DOMINGOS Y FIESTAS DE GUARDAR.
Perdón por entrar sin llamar, pero estaban dando las tres, las campanas de San Miguel y se oía de fondo el Black Betty 1977 de los Ram Jam.
Y cuando tocaban las campanas en mi casa el tañido se metía por tuberías y ventanas.
Todo ocurrió un domingo cualquiera. Una mañana de un soleado domingo a la hora de misa mayor.
No sé de quién fue la idea, ni exactamente quienes lo hicimos, seríamos cerca de la docena de muchachos, supongo que estaríamos Deme, Andrés, Balbino, Jesús, Toño, otros tantos más pequeños y el que suscribe (y el tuerto que decía mi padre).
Estábamos a la espera de que dieran las todas, y disimuladamente cuando Jaime el sacristán procedió, nos encaminamos en dirección a la lechería del tío Miguel, pero ese no era nuestro destino. Pasadas las casas de José Luis, la de Marcos entonces del señor Amador y la cortina con palomar que hay a continuación, giramos hacia la izquierda por el camino que sube a las eras, dejando también atrás la cortina y palomar de Mjl y en un santiamén llegamos.
Uno de tantos, de nuestros juegos era el del autobús, nos colocábamos todos en una fila, recogidos dentro de una cuerda larga. El que se colocaba primero agarraba los dos cabos de la cuerda y era el conductor del autobús, normalmente esta posición la tomaba uno de los mayores (en muchos juegos campaba la ley de: Partido mayor quita a menor). Y así corríamos dando vueltas a la plaza o donde fuera menester.
No dejamos ni una sola cuerda viva, arramplamos con todas, eran las cuerdas de una obra.
Las cuerdas de los niveles y de marcar las hiladas de los ladrillos de la obra del gallinero del tío Tomasín, que en aquella época estaban construyendo.
No quiero ni pensar cuando llegaran a la obra los albañiles al día siguiente, de quién se acordarían.
Como tampoco me quiero acordar del que se lo contó a mi madre.
No sé si recibí más zapatillazos por ser uno más de los que cogimos las cuerdas de la obra o por no haber ido a misa un domingo de guardar.
¡No lo sé?
Salud.
36.- ERA DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO OIR MISA LOS DOMINGOS Y FIESTAS DE GUARDAR.
28 de Julio de 2013 a la (s) 12:07
36.- ERA DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO OIR MISA LOS DOMINGOS Y FIESTAS DE GUARDAR.
Perdón por entrar sin llamar, pero estaban dando las tres, las campanas de San Miguel y se oía de fondo el Black Betty 1977 de los Ram Jam.
Y cuando tocaban las campanas en mi casa el tañido se metía por tuberías y ventanas.
Todo ocurrió un domingo cualquiera. Una mañana de un soleado domingo a la hora de misa mayor.
No sé de quién fue la idea, ni exactamente quienes lo hicimos, seríamos cerca de la docena de muchachos, supongo que estaríamos Deme, Andrés, Balbino, Jesús, Toño, otros tantos más pequeños y el que suscribe (y el tuerto que decía mi padre).
Estábamos a la espera de que dieran las todas, y disimuladamente cuando Jaime el sacristán procedió, nos encaminamos en dirección a la lechería del tío Miguel, pero ese no era nuestro destino. Pasadas las casas de José Luis, la de Marcos entonces del señor Amador y la cortina con palomar que hay a continuación, giramos hacia la izquierda por el camino que sube a las eras, dejando también atrás la cortina y palomar de Mjl y en un santiamén llegamos.
Uno de tantos, de nuestros juegos era el del autobús, nos colocábamos todos en una fila, recogidos dentro de una cuerda larga. El que se colocaba primero agarraba los dos cabos de la cuerda y era el conductor del autobús, normalmente esta posición la tomaba uno de los mayores (en muchos juegos campaba la ley de: Partido mayor quita a menor). Y así corríamos dando vueltas a la plaza o donde fuera menester.
No dejamos ni una sola cuerda viva, arramplamos con todas, eran las cuerdas de una obra.
Las cuerdas de los niveles y de marcar las hiladas de los ladrillos de la obra del gallinero del tío Tomasín, que en aquella época estaban construyendo.
No quiero ni pensar cuando llegaran a la obra los albañiles al día siguiente, de quién se acordarían.
Como tampoco me quiero acordar del que se lo contó a mi madre.
No sé si recibí más zapatillazos por ser uno más de los que cogimos las cuerdas de la obra o por no haber ido a misa un domingo de guardar.
¡No lo sé?
Salud.