Réplica de FACEBOOK.
38.- A LA COLA QUE ESTÁ SOLA
30 de Julio de 2013 a la (s) 15:18
38.- A LA COLA QUE ESTÁ SOLA
Hoy no pido perdón por entrar sin llamar, por que al entrar he visto a todo el mundo a la cola.
Que pena.
A la cola estaba medio pueblo en el parque de las huertas, para comer, para la cervecita, el postre y el café.
Odio las colas aunque se oiga de fondo el Cocaine de Eric Clapton.
Y me refiero sólo a la colas que definen a las hileras o filas de personas que esperan vez.
Chirriante y molesto sonido de silbato, un profesor voceando a un niño de siete años, prietas las filas.
Aquella horrible voz…
- ¡Quiero ver una sola fila y recta!
He detestado siempre las colas de los colegios, de los supermercados, de las cajas, de los bancos, de cualquier oficina pública, de cualquier ventanilla.
Siempre avanza más la otra, siempre se atasca la tuya, la tarjeta o el código de barras que falla, el cambio que busca alguien, el documento que no se encuentra, que si te hago socio de esto, de lo otro, que si quieres esto que está de oferta, que toma este papel para votar no sé qué o que te ha tocado la becaria o el becario.
Y para colmo después de haber aguantado estoicamente, cuando ya empiezas a poner tu compra en la cinta transportadora oyes….. ¡Pasen con el mismo orden en que están, por esta caja!
Pero no podía haber abierto esa caja media hora antes, y por supuesto que ese “con el mismo orden” se lo salta hasta el más tonto, y los últimos de la cola que se han dado cuenta de la maniobra salen disparados y se colocan los primeros, ya lo decían en la biblia, que los últimos serán los primeros.
No hace mucho he visto en un colegio de primaria formar en filas a todos los niños en el patio para entrar, y un profesor con un silbato en la boca ordenando rectitud en las filas, y todos los niños cuadriculados, y los padres que habían acompañado a sus hijos, mudos y sumisos viendo el espectáculo.
Que pena.
Que pena da ver a las personas mayores en las colas.
Mira, en Laponía no vi ni una sola cola.
¡O sí?
Salud.
38.- A LA COLA QUE ESTÁ SOLA
30 de Julio de 2013 a la (s) 15:18
38.- A LA COLA QUE ESTÁ SOLA
Hoy no pido perdón por entrar sin llamar, por que al entrar he visto a todo el mundo a la cola.
Que pena.
A la cola estaba medio pueblo en el parque de las huertas, para comer, para la cervecita, el postre y el café.
Odio las colas aunque se oiga de fondo el Cocaine de Eric Clapton.
Y me refiero sólo a la colas que definen a las hileras o filas de personas que esperan vez.
Chirriante y molesto sonido de silbato, un profesor voceando a un niño de siete años, prietas las filas.
Aquella horrible voz…
- ¡Quiero ver una sola fila y recta!
He detestado siempre las colas de los colegios, de los supermercados, de las cajas, de los bancos, de cualquier oficina pública, de cualquier ventanilla.
Siempre avanza más la otra, siempre se atasca la tuya, la tarjeta o el código de barras que falla, el cambio que busca alguien, el documento que no se encuentra, que si te hago socio de esto, de lo otro, que si quieres esto que está de oferta, que toma este papel para votar no sé qué o que te ha tocado la becaria o el becario.
Y para colmo después de haber aguantado estoicamente, cuando ya empiezas a poner tu compra en la cinta transportadora oyes….. ¡Pasen con el mismo orden en que están, por esta caja!
Pero no podía haber abierto esa caja media hora antes, y por supuesto que ese “con el mismo orden” se lo salta hasta el más tonto, y los últimos de la cola que se han dado cuenta de la maniobra salen disparados y se colocan los primeros, ya lo decían en la biblia, que los últimos serán los primeros.
No hace mucho he visto en un colegio de primaria formar en filas a todos los niños en el patio para entrar, y un profesor con un silbato en la boca ordenando rectitud en las filas, y todos los niños cuadriculados, y los padres que habían acompañado a sus hijos, mudos y sumisos viendo el espectáculo.
Que pena.
Que pena da ver a las personas mayores en las colas.
Mira, en Laponía no vi ni una sola cola.
¡O sí?
Salud.