Réplica de FACEBOOK.
41.- TITIRITEROS
2 de agosto de 2013 a la (s) 12:15
41.- TITIRITEROS
No sólo de cine vive el hombre.
Perdón por entrar sin llamar, pero es que cuando llegaba el circo a Malva, no se entraba, se salía de las casas a la calle para ver a los cómicos, la pinta que traían, sus atuendos, sus animales etc.
Y en esta ocasión como creo que todos comprenderéis que no podrá faltar el oír de fondo la canción de Joan Manuel Serrat “TITIRITERO”
También a Malva llegaron circos, muchos y variados, desde la típica familia gitana con sus carromatos “agüelos”, padres, hijos y nietos, además de perros, cabras, burros, incluso monos. Hasta compañías que montaban lo que a nosotros nos parecían auténticos y espectaculares escenarios.
Cuando aparecían, por el pueblo corría enseguida la voz.
¡Ha llegado un circo, ha llegado un circo! Para nosotros en ese momento empezaba el espectáculo.
Día grande para pequeños y no tan pequeños, claro que los mayores se tenían que rascar el bolsillo.
Pero tampoco era para tanto, algunos en la calle únicamente pasaban la gorra.
Daban una vuelta por todo el pueblo para anunciarse al son de alguna trompeta y tamboril, y todos los muchachos y muchachas corriendo tras ellos.
Recuerdo una vez en frente de la Panera comarcal al aire libre en uno de ellos el padre le preguntaba a su hijo la lección de geografía, en concreto por del mapamundi, el hijo, un gurriato de no más de 6 o 7 primaveras, nos iba relatando los lugares indicándolos en su propio cuerpo …. Palma, Brasil, Pechiri, Miami, Tetuán y Chicago, rematando algo de que…. Y allí estaba Fidel Castro con el puro y no dejaba pasar a nadie o algo parecido, no recuerdo más.
En este mismo lugar otro circo tenía un mono encadenado al que le echábamos pipas y “cacahueses”, nos hacía mucha gracia el jodido mono, como pelaba las pipas y los “cacahuetes” desechando las cáscaras y comiéndose los titos.
Tenía un culo el mono como una sandía madura abierta al medio.
Alguien le echaba uvas de una en una, y se las comía en menos de un responso, pero a no sé quien se ocurrió meter en una uva una pequeña tachuela y al coger esta uva el pequeño simio, se la lanzo dando un salto de una mala leche tirándole con la uva al que se la había echado, que si no es la cadena le quita la cara.
En otra sesión de circo, esta vez dentro del salón de Angélico, después de una actuación magistral de una cabra acróbata y una muchachita que se doblaba como una lombriz, el comediante metió un burro dentro del salón, todos estábamos formando un círculo y en el centro el burro agarrado del ronzal y dando vueltas.
Lo había anunciado el comediante como el burro más listo e inteligente que había en el mundo.
Le decía el hombrico:
- ¡Si hay en este pueblo un chocolatero, párate delante de él y señálalo!
Y el burro que caminaba, se paró delante de Eugenio señalándolo, levantando la cabeza.
Lo mismo hizo cuando le pidió al burro que dijera quien era el dueño del local, a la altura de Angélico la bestia se paro, levantando de nuevo la cabeza, y así otras cuatro o cinco preguntas.
Y por fin llego una vez un circo de los de verdad, con nombre de circo, aunque no me acuerdo de su nombre, rezaba algo así como “LOS HERMANOS TONETTI”. Actuaron también dentro del salón de Angélico y con escenario y todo, lo montaron enfrente del templete de la música, eran unos cuantos y entre ellos destacaban dos chicas de buen ver que salían en lo que para nosotros eran paños menores, y que cada vez que se escondían detrás de los telones del escenario salían de nuevo con otro modelito luciendo sus encantos entre irisados resplandores y lentejuelas que hacía temblar al respetable.
Otro circo más, se montó en la explanada de la capilla. Una gran carpa redonda amarilla con una cubierta de tiras rojas y blancas, vamos como los de la tele. Este circo traía fieras y todo.
Y no he mencionado los payasos, pues no había circo que se preciará, sin ellos y a estos circos tampoco les faltaron.
Y como he dicho en otras ocasiones, el que se acuerde de otros detalles de los circos que llegaron al pueblo que lo diga ahora y yo lo recopilaré o que calle para siempre.
¡O no?
Salud.
41.- TITIRITEROS
2 de agosto de 2013 a la (s) 12:15
41.- TITIRITEROS
No sólo de cine vive el hombre.
Perdón por entrar sin llamar, pero es que cuando llegaba el circo a Malva, no se entraba, se salía de las casas a la calle para ver a los cómicos, la pinta que traían, sus atuendos, sus animales etc.
Y en esta ocasión como creo que todos comprenderéis que no podrá faltar el oír de fondo la canción de Joan Manuel Serrat “TITIRITERO”
También a Malva llegaron circos, muchos y variados, desde la típica familia gitana con sus carromatos “agüelos”, padres, hijos y nietos, además de perros, cabras, burros, incluso monos. Hasta compañías que montaban lo que a nosotros nos parecían auténticos y espectaculares escenarios.
Cuando aparecían, por el pueblo corría enseguida la voz.
¡Ha llegado un circo, ha llegado un circo! Para nosotros en ese momento empezaba el espectáculo.
Día grande para pequeños y no tan pequeños, claro que los mayores se tenían que rascar el bolsillo.
Pero tampoco era para tanto, algunos en la calle únicamente pasaban la gorra.
Daban una vuelta por todo el pueblo para anunciarse al son de alguna trompeta y tamboril, y todos los muchachos y muchachas corriendo tras ellos.
Recuerdo una vez en frente de la Panera comarcal al aire libre en uno de ellos el padre le preguntaba a su hijo la lección de geografía, en concreto por del mapamundi, el hijo, un gurriato de no más de 6 o 7 primaveras, nos iba relatando los lugares indicándolos en su propio cuerpo …. Palma, Brasil, Pechiri, Miami, Tetuán y Chicago, rematando algo de que…. Y allí estaba Fidel Castro con el puro y no dejaba pasar a nadie o algo parecido, no recuerdo más.
En este mismo lugar otro circo tenía un mono encadenado al que le echábamos pipas y “cacahueses”, nos hacía mucha gracia el jodido mono, como pelaba las pipas y los “cacahuetes” desechando las cáscaras y comiéndose los titos.
Tenía un culo el mono como una sandía madura abierta al medio.
Alguien le echaba uvas de una en una, y se las comía en menos de un responso, pero a no sé quien se ocurrió meter en una uva una pequeña tachuela y al coger esta uva el pequeño simio, se la lanzo dando un salto de una mala leche tirándole con la uva al que se la había echado, que si no es la cadena le quita la cara.
En otra sesión de circo, esta vez dentro del salón de Angélico, después de una actuación magistral de una cabra acróbata y una muchachita que se doblaba como una lombriz, el comediante metió un burro dentro del salón, todos estábamos formando un círculo y en el centro el burro agarrado del ronzal y dando vueltas.
Lo había anunciado el comediante como el burro más listo e inteligente que había en el mundo.
Le decía el hombrico:
- ¡Si hay en este pueblo un chocolatero, párate delante de él y señálalo!
Y el burro que caminaba, se paró delante de Eugenio señalándolo, levantando la cabeza.
Lo mismo hizo cuando le pidió al burro que dijera quien era el dueño del local, a la altura de Angélico la bestia se paro, levantando de nuevo la cabeza, y así otras cuatro o cinco preguntas.
Y por fin llego una vez un circo de los de verdad, con nombre de circo, aunque no me acuerdo de su nombre, rezaba algo así como “LOS HERMANOS TONETTI”. Actuaron también dentro del salón de Angélico y con escenario y todo, lo montaron enfrente del templete de la música, eran unos cuantos y entre ellos destacaban dos chicas de buen ver que salían en lo que para nosotros eran paños menores, y que cada vez que se escondían detrás de los telones del escenario salían de nuevo con otro modelito luciendo sus encantos entre irisados resplandores y lentejuelas que hacía temblar al respetable.
Otro circo más, se montó en la explanada de la capilla. Una gran carpa redonda amarilla con una cubierta de tiras rojas y blancas, vamos como los de la tele. Este circo traía fieras y todo.
Y no he mencionado los payasos, pues no había circo que se preciará, sin ellos y a estos circos tampoco les faltaron.
Y como he dicho en otras ocasiones, el que se acuerde de otros detalles de los circos que llegaron al pueblo que lo diga ahora y yo lo recopilaré o que calle para siempre.
¡O no?
Salud.