MALVA: Y sigo:...

Y sigo:

Graham Davies, en su libro “Aprende a hablar sin miedo” distingue entre varias herramientas para llevar el humor a nuestras intervenciones:

El chiste corto: La mayoría de expertos lo prefieren ante el chiste largo. En el tiempo de varios chistes cortos contamos sólo uno largo. La proporción entre tiempo usado y risa nos es favorable. Además, si falla, su repercusión es menor. También hay que tener cuidado, un uso excesivo nos haría parecer comediantes.

Referencias a la actualidad: Davies distingue entre las generales y las locales. Las primeras son gags con fecha de caducidad, ajustada a los grandes titulares de los medios durante un periodo de tiempo concreto. En cuanto a las referencias locales se trata de una herramienta muy apreciada por el público. Denota una implicación del emisor con sus receptores. Eso sí, hay que cuidar cómo las hacemos, nuestro auditorio es protagonista.

Insultos: Es la herramienta más peligrosa. Su uso puede granjearnos la incomodidad de nuestros receptores. Para Davies el secreto pasa por que los que se emplean hagan cosquillas como una pluma y no que se claven como una lanza.

Citas: Prohibido. Davies afirma que las grandes citas que encuentre ya las habrán usado anteriormente.