MALVA: Otro tema: cuando algo va mal lo mejor es reaccionar...

Otro tema: cuando algo va mal lo mejor es reaccionar

Narraba en su biografía el bueno de Gila que nació en el seno de una familia humilde cuando su madre se había ido a hacer la compra. De hecho, tuvo que bajar las escaleras para prevenir a la portera: «señora Juana, que soy yo, que ya he nacido». Cuando regresó su madre, le reprendió duramente: «que sea la última vez que se te ocurra nacer solo».

Aquel humor negro y surrealista de Gila era inigualable. Proseguía la narración describiendo a su familia: «siete hermanos, mi madre, mi padre, la abuela, una vaca lechera en la terraza y un señor de marrón que vivía en el pasillo y que nunca supimos cómo se llamaba». Siempre me sorprendió ese señor de marrón. Lo que nunca pude imaginar entonces era que en un momento como el actual iba a ser capaz de ponerle cara y nombre. Muchas caras y muchos nombres.

Mirando en el interior de muchas organizaciones podemos observar ejércitos de pusilánimes señores de marrón que vegetan en los pasillos. Muchos de ellos, además, son directivos. Es fácil reconocerlos. Son seres inertes, incapaces de reconocer y enfrentar la realidad. Tienen miedo, o mejor aún, sufren miedo.
Alguien les dijo en su día que su función era gestionar, coordinar, ajustar… O quizá no, puede que nadie se lo dijera, pero fue lo que ellos quisieron escuchar. Por eso, hoy no se sienten capaces de liderar, impulsar, crear, dirigir, conducir, seducir, motivar, provocar… En una palabra, no son capaces de decidir, de reaccionar.