MALVA: Pero lo que ya no tiene nombre es que se la excluya...

Pero lo que ya no tiene nombre es que se la excluya en una ruta turística en la que no es sólo de significación compartida con otras. Toro es única, porque en su término se dio la batalla de su nombre (1476), que dirimió, con la derrota de las huestes de doña Juana la Beltraneja y las Cortes de Madrigal, el pleito sucesorio originado al expirar el reinado de Enrique IV de Castilla. El turista que se acerque a la Ciudad de las Leyes puede contemplar -incluso revivir, si disfruta de una imaginación regular- la gran batalla que se libró en los campos que se divisan desde El Espolón, el Paseo del Carmen o el pequeño parque ubicado entre la Colegiata y el hotel Juan II. Dirigiendo la vista hacia Valdefinjas abarcará todo el impresionante escenario de aquella gesta histórica, tan significativa para la historia de Castilla, de España y del mundo entero.