Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación en Ciencias de Alimentación (CSIC y Universidad Autónoma de Madrid) han patentado un derivado de la clara de huevo que tiene multitud de propiedades culinarias: es más manejable, puede volver a montarse pasado un tiempo y crea espumas ligeras y suaves. El nuevo producto tendrá numerosas aplicaciones en la alta cocina.