DOS DE NOVIEMBRE
Las campanas hoy
ominosas suenan.
Aún temprano, el aire,
frío acero, llega
por tu sangre adentro.
Recuerdas los tuyos
idos este año
dejándote único.
Ahora tú sostienes
solo la memoria:
el hogar remoto,
familiares sombras,
todo destinado
contigo al olvido.
El azul del cielo
promete, tan limpio,
aire tibio luego.
Y por el mercado,
donde están las flores
en copiosos ramos,
un olor respiras,
olor, mas no aroma,
a tierra, a hermosura
que, antigua, conforta.
A pesar del tiempo,
al alma, en la vida,
materia y sentidos
como siempre alivian.
Las campanas hoy
ominosas suenan.
Aún temprano, el aire,
frío acero, llega
por tu sangre adentro.
Recuerdas los tuyos
idos este año
dejándote único.
Ahora tú sostienes
solo la memoria:
el hogar remoto,
familiares sombras,
todo destinado
contigo al olvido.
El azul del cielo
promete, tan limpio,
aire tibio luego.
Y por el mercado,
donde están las flores
en copiosos ramos,
un olor respiras,
olor, mas no aroma,
a tierra, a hermosura
que, antigua, conforta.
A pesar del tiempo,
al alma, en la vida,
materia y sentidos
como siempre alivian.