El origen del capirote o capuchón esta en los comienzos de la Inquisición, cuando a las personas que estaban castigadas por motivos religiosos se les imponía la obligación de usar una prenda de tela que les cubriera el pecho y la espalda, llamada sambenito, además de un cucurucho de tela, cartón u otro material, que debían llevar colocado encima de la cabeza en señal de la penitencia que les había sido impuesta.