Los políticos ajenos a todo, siguen enfrascados en sus pactos y sus rollos. Van ocupando sus asientos en los diferentes escenarios políticos henchidos de grandeza. Qué será el poder que gusta tanto, y que cuesta tanto abandonar. En la radio no se oye hablar de otra cosa. Bueno algo han dicho también de ¿un nuevo romance? entre Vargas Llosa y la Preysler.
¡Qué hartura, por dios! Es que no se cansan de darnos la matraca.