Algún año he ido a la romería, pero últimamente me dá mucha pereza. No es por el ir, es por el volver. La ida con la fresca de la mañanica temprano, se hace menos mal. Se vacantando, con mucha gente, pues eso, en romería. En algún punto del camino te dan una pasta y un refresco. Luego, cuando llegas, está el pueblo llenico de gente por todos los sitios. En los bares, que están a tope, se toma la típia asadura, que está muy buena, y no se limita uno a ir a uno y pa casa, no, se va a todos los bares, y luego, claro, habiendo bebido y comido, vuelve pa Zamora cuesta arriba y con un calor que mete miedo. Que no, que no es por ir, que es por volver.