La política parece que no nos interesa mucho, y con razón. A la postre tenemos la competencia de los whatssaps, facebooks, twiters y demás zarandajas, que también lleva su tiempo el atenderlos, y no se puede con tanto. Hay que sacar un poco de tiempo para casa y familia, que es más principal, o a mí me lo parece. Habrá quién discrepe.