No sé a quién se le ocurriría empezar con lo de hacer una
fiesta al llegar a los sesenta, pero es una buena excusa para reunirnos todos después de tantos años, y compartirlo con toda la gente.
Es que si no es así, tú verás... Las
fiestas de quintos se acabaron, el Domingo tortillero, también, la de
San Isidro se dejó de celebrar porque coincidía con la
feria de
Madrid, la de la Patrona que no se mueve, etc. etc.