¿tienes una cafetería?

MALVA: Y final....

Y final.

Se habló un poco de todo, se contaron chascarrillos, recuerdos, se habló hasta de pesca, de la de ir a pescar, me refiero, pues sabido es que en nuestro pueblo hablar de pesca es hablar del camioneto que llega al pueblo a vender pescado.
Al poco rato le pedimos la cuenta, tiene por costumbre hacerla con el bolígrafo en la mesa, sobre el mismo mantel de papel, buscando la zona más despejada y con menos grasa.
Tres de conejo, una de callos, una de pulpo, dos ensaladas...... pan, vino, cafés, postres etc.
Cuando ya tiene todo, hace la raya en el mantel y se pone a sumar, que por cierto se le da muy bien. Con la raya hecha, en plena suma, se da cuenta de que le falta de poner el único chupito que se había tomado, y dice –Ahhh, y el chupito tuyo- señalando al que lo había tomado. En ese momento, yo pensé, ahora con la raya hecha, ¿cómo se las apañará para poner y la postre sumar el chupito?. Ni corto ni perezoso, despejo la fuente de una de las ensaladas que estaba en la parte superior de los sumandos, y allí puso el importe del chupito, y a sumar de nuevo se ha dicho, en ese momento, Herminio entendió el chiste que nos había contado por teléfono días atrás, y se aclararon las disputas entre las mayúsculas y las minúsculas, si es que alguna vez las hubo.