Con algunas pequeñas matizaciones las historias de la mili que cuenta heli son ciertas. La gorra no la recuperé y tuve que comprarle otra al furriel por 150 pts. Lo de la bici casi me cuesta un fin de semana ya que el comandante queria arrestarme porque al entrar en el patio de armas encima de la bici me salté una dirección prohibida. Por aquel entonces la ETA arreaba de lo lindo a los militares y yo empecé siendo el conductor del coronel del cuartel pero el comandante se dió cuenta enseguida de mi pericia al volante y me puso de escolta. Me dijo:"tienes más peligro que los de la ETA"