<<EL PERRO Y EL FRASCO >>
-Lindo perro mío, buen perro, chucho querido, acércate y ven a
respirar un excelente perfume, comprado en la mejor perfumería de la
ciudad.
Y el perro, meneando la cola, signo, según creo, que en esos
mezquinos seres corresponde a la risa y a la sonrisa, se acerca y pone
curioso la húmeda nariz en el frasco destapado; luego, echándose atrás con
súbito temor, me ladra, como si me reconviniera.
- ¡Ah miserable can! Si te hubiera ofrecido un montón de excrementos
los hubieras husmeado con delicia, devorándolos tal vez. Así tú, indigno
compañero de mi triste vida, te pareces al público, a quien nunca se ha de
ofrecer perfumes delicados que le exasperen, sino basura cuidadosamente
elegida.
-Lindo perro mío, buen perro, chucho querido, acércate y ven a
respirar un excelente perfume, comprado en la mejor perfumería de la
ciudad.
Y el perro, meneando la cola, signo, según creo, que en esos
mezquinos seres corresponde a la risa y a la sonrisa, se acerca y pone
curioso la húmeda nariz en el frasco destapado; luego, echándose atrás con
súbito temor, me ladra, como si me reconviniera.
- ¡Ah miserable can! Si te hubiera ofrecido un montón de excrementos
los hubieras husmeado con delicia, devorándolos tal vez. Así tú, indigno
compañero de mi triste vida, te pareces al público, a quien nunca se ha de
ofrecer perfumes delicados que le exasperen, sino basura cuidadosamente
elegida.
Hace 152 años, en junio de 1857, salió en Francia la primera edición del libro de poemas Las Flores del Mal de Charles Baudelaire. Las consecuencias de su publicación fueron determinantes para la vida y obra del autor, así como para toda la poesía y literatura moderna hasta hoy día. Con su poesía nació “un nuevo estremecimiento”, según lo calificó Víctor Hugo, en ella se encuentra toda una rebelión contra lo políticamente correcto, contra lo establecido y la fatua moral de la época, dominada por las conveniencias, lo comercial y los avances tecnológicos y sociales; como en la nuestra. Y por ello fue condenado, llevado a los tribunales y postergada su obra en vida. Sin embargo, a mediados del siglo XX, Jean Paul Sartre revindicó al autor y su obra, como referentes del verdadero artista. Y un siglo después de su condena, el mismo tribunal que lo castigó lo absuelve haciendo un ejercicio crítico de modestia y prudencia.
Baudelaire es símbolo de independencia, de rebeldía, de la primera bohemia, de los primeros dandis y de la vida moderna. Su concepción estética ha tenido y tiene influencia por doquier, desde la música de Bob Dylan o Patty Smith a las musas de Francisco Umbral, pasando por toda la exquisita lista de poetas malditos, roqueros rebeldes con/sin causa, actores, directores de cine y artistas sin más.
Baudelaire es símbolo de independencia, de rebeldía, de la primera bohemia, de los primeros dandis y de la vida moderna. Su concepción estética ha tenido y tiene influencia por doquier, desde la música de Bob Dylan o Patty Smith a las musas de Francisco Umbral, pasando por toda la exquisita lista de poetas malditos, roqueros rebeldes con/sin causa, actores, directores de cine y artistas sin más.