Un joven pastor era cortejado por una chica que se había enamorado de él y cantabae no el campo coplas de la época para hacerse oir por éste:
Pastorcito que acostumbras a comer pan de centeno
Si te casaras conmigo
Sí, sí, pastor
Comerías trigo y bueno.
Mira qué trenza de pelo
Estrechita de cintura
Si te casaras conmigo
Sí, sí, pastor,
Gozarías su hermosura.
Pastorcito que acostumbras a comer pan de centeno
Si te casaras conmigo
Sí, sí, pastor
Comerías trigo y bueno.
Mira qué trenza de pelo
Estrechita de cintura
Si te casaras conmigo
Sí, sí, pastor,
Gozarías su hermosura.