Los vecinos de Mayalde recuperan una boda tradicional
La Asociación San Benito promueve la actividad con fines turísticos
S. RAMOS
La representación de una boda a la antigua usanza promovida por la asociación cultural San Benito trae en jaque a muchos de los habitantes de Mayalde que se han implicado en la celebración que se lleva a cabo dentro de las fiestas de San Roque. Fidel González y Balbina Hernández, padres del actual alcalde serán los novios de tan peculiar escenificación, que con los años se ha ido transformando y volviéndose un acto en el que participan menos personas.
«Antiguamente casi todo el pueblo asistía a las bodas, incluso los vecinos contribuían prestando sillas, mesas y hasta cubiertos si fuera necesario» explica Felipa María Prieto Álvarez presidenta de una asociación exclusivamente de mujeres con 49 socias y a las que se han unido en esta ocasión miembros de la asociación de jubilados para colaborar en el evento nupcial.
Antonia y Luis serán los padrinos emulando a los que antiguamente serían los padrinos también de bautismo. Lo que sin duda llamará más la atención a las nuevas generaciones es el vestuario de la novia que, frente al inmaculado color blanco o marfil que se utiliza actualmente, era negro o color pardo «siempre que estuviera virgen porque si no la moza se tenía que casar antes de salir el sol» apunta Felipa.
Las bodas en el ámbito rural y sobre los años 40 duraban hasta tres días. La víspera, el día del enlace y la tornaboda. En las tres jornadas el condumio giraba entorno a la ternera que se solía matar en casa y que servía para dar de comer durante los tres días. Por su parte, los comensales acudían a las comidas y a los bailes y en agradecimiento entregaban el respigo, el equivalente al regalo de bodas «que normalmente solía ser un juego de sábanas, manta o menaje».
La cita de la boda a la antigua usanza está prevista en Mayalde para el jueves 11 de agosto a partir de las ocho de la tarde, y tendrá lugar en la plaza del pueblo. Antes de la celebración los vecinos ofrecerán para los que se acerquen una degustación de viandas típicas de la zona en la que no faltarán las rosquillas y los exquisitos callos zamoranos.
La Asociación San Benito promueve la actividad con fines turísticos
S. RAMOS
La representación de una boda a la antigua usanza promovida por la asociación cultural San Benito trae en jaque a muchos de los habitantes de Mayalde que se han implicado en la celebración que se lleva a cabo dentro de las fiestas de San Roque. Fidel González y Balbina Hernández, padres del actual alcalde serán los novios de tan peculiar escenificación, que con los años se ha ido transformando y volviéndose un acto en el que participan menos personas.
«Antiguamente casi todo el pueblo asistía a las bodas, incluso los vecinos contribuían prestando sillas, mesas y hasta cubiertos si fuera necesario» explica Felipa María Prieto Álvarez presidenta de una asociación exclusivamente de mujeres con 49 socias y a las que se han unido en esta ocasión miembros de la asociación de jubilados para colaborar en el evento nupcial.
Antonia y Luis serán los padrinos emulando a los que antiguamente serían los padrinos también de bautismo. Lo que sin duda llamará más la atención a las nuevas generaciones es el vestuario de la novia que, frente al inmaculado color blanco o marfil que se utiliza actualmente, era negro o color pardo «siempre que estuviera virgen porque si no la moza se tenía que casar antes de salir el sol» apunta Felipa.
Las bodas en el ámbito rural y sobre los años 40 duraban hasta tres días. La víspera, el día del enlace y la tornaboda. En las tres jornadas el condumio giraba entorno a la ternera que se solía matar en casa y que servía para dar de comer durante los tres días. Por su parte, los comensales acudían a las comidas y a los bailes y en agradecimiento entregaban el respigo, el equivalente al regalo de bodas «que normalmente solía ser un juego de sábanas, manta o menaje».
La cita de la boda a la antigua usanza está prevista en Mayalde para el jueves 11 de agosto a partir de las ocho de la tarde, y tendrá lugar en la plaza del pueblo. Antes de la celebración los vecinos ofrecerán para los que se acerquen una degustación de viandas típicas de la zona en la que no faltarán las rosquillas y los exquisitos callos zamoranos.