MELGAR DE TERA: Como recuerdo a mi maestro, Don Juan Antonio Villar...

Como recuerdo a mi maestro, Don Juan Antonio Villar García, nacido en Melgar de Tera (Zamora), me permito poner en el foro de este pueblo, una poesía que en su día dedicó a sus padres José Villar y María García, y que figura en el libro “GRITOS DE AMOR”, cuyo autor es este querido maestro.
A todos ellos, así como a sus hermanos: Victorino, Zacarías y María Manuela, ya fallecidos, que conocí y aprecié; espero y deseo que el Señor les haya acogido en su seno.

A MIS PADRES
Rebosante de alegría
y con grande regocijo
os dedica vuestro hijo
esta humilde poesía:
Padre mio, madre mía,
yo, os quiero con ternura,
yo, os amo con dulzura,
por donde quiera que voy
recordando siempre estoy
de mis padres su hermosura.

Más hermosos, más hermosos,
hermosos tanto él como ella
que no ha habido flor tan bella
en los palacios preciosos,
en los jardines hermosos,
que el hombre haya cultivado
por mas que se haya esmerado,
cuidándola día a día,
más hermosos todavía
que las que Dios ha creado.

Más hermosos que las flores
que en el campo siempre ha habido,
más que las que han tenido
los jardines de señores,
palacios de emperadores;
las que acariciaba un día
las manos con alegría
de aquellos grandes señores:
más hermosos que esas flores
son mis padres todavía.

Más que a la diosa de Ceres,
más que, a toda la ciencia,
más que, a mi misma esencia,
más que a todos los placeres
del mundo y de las mujeres,
a vuestro amor yo prefiero
porque es amor verdadero
que vive en el alma mía,
es el amor que quería
el que quería y que quiero.

Amo a mi padre querido,
amo a mi madre querida,
quererlos toda la vida
de ellos he aprendido,
hoy lo se y no olvido
lo que ellos me enseñaron
ellos tampoco olvidaron
que era un santo deber
trabajar hombre y mujer
en el hogar que fundaron.

Los hijos siempre debemos
a nuestros padres quererlos
y en el corazón tenerlos
pues por ellos lo tenemos;
siendo cuanto poseemos
de ellos que trabajaron
afanosos, no olvidaron
que era un santo deber
trabajar hombre y mujer
en el hogar que fundaron.

Se muy bien que habéis cumplido
un santo deber sagrado
por lo que habéis trabajado
y lo que habéis querido;
que Dios no os tenga en olvido
y un glorioso bienestar
como premio os debe dar,
porque es justo y merecido
que quien lo haya conseguido
no se le debe negar.

Siempre estáis constantemente,
siempre, querido padre,
siempre, querida madre,
en mi corazón ardiente,
imágenes que mi mente
nunca las podrá olvidar,
pues grabadas han de estar
con vehemente pasión
céntricas en el corazón
de Juan Antonio Villar.

Autor: Juan Antonio Villar García