Labores de antaño
Tamame celebra la fiesta tradicional de la matanza del cerdo que se prolonga durante dos días
05.01.2014 | 02:22
Matanza del cerdo en Tamame de Sayago.
Matanza del cerdo en Tamame de Sayago. Foto C. M.
CARLOS MORALEJO La localidad de Tamame de Sayago se ha celebrado (como conmemoración de antaño) la I Fiesta de la Matanza. La Fiesta comenzó el viernes 27 de diciembre a primera hora, con las labores propias de una matanza tradicional por estas tierras. La fiesta ha recordado a las antiguas bodas que se celebraban por tierras de Sayago, había boda y contraboda, porque en la matanza se realizó fiesta y contra fiesta, que duró dos días.
Primeramente se sacrificó el cebón, sin que faltara la copita de aguardiente con pastas para los matarifes y ayudantes, continuando con el resto de las labores de deshacer el cerdo, que permitieron dar una buena lección de anatomía a los niños y no tan niños presentes, que creo que no olvidarán, porque se les iba enseñando todos los órganos del animal. Después tuvo lugar una comida de amistad a base de sangre e hígados encebollados. La fiesta continuó y por la noche se degustaron unas sabrosas alubias preparadas con rabo, patas y orejas de cerdo, finalizando la jornada con bailes y cánticos de la época.
El sábado se continuó con los trabajos típicos de la matanza como: hacer morcillas y chorizos, aunque no se hicieron muchos, porque estaba previsto preparar una comida a base de los productos del animal para más de cien personas. Con la participación de algún socio con experiencia en estas labores se procedió a preparar la carne y la lumbre necesaria para asarla.
Sobre las tres de la tarde con las mesas preparadas procedimos, acompañados por un buen vino de la Tierra del Vino, a degustar como antaño la sabrosa comida, que finalizó con un sorbete de limón, turrones y polvorones de Navidad. Los socios disfrutaron de un día de la Fiesta de la Matanza que, pese a las bajas temperaturas, se aprovechó para estar juntos en amistad, conversación y reunión con todo el pueblo.
La fiesta no ha terminado, pues hay que comer lo que no se pudo asar del cerdo, que se acompañará con patatas de la tierra el próximo día de San Antón que, puede ser otro gran día, porque como dice el refrán del cerdo se aprovechan hasta los andares.
Y, dada la buena acogida que tuvo la iniciativa, se acordó una nueva edición el próximo año en Tamame de Sayago.
Tamame celebra la fiesta tradicional de la matanza del cerdo que se prolonga durante dos días
05.01.2014 | 02:22
Matanza del cerdo en Tamame de Sayago.
Matanza del cerdo en Tamame de Sayago. Foto C. M.
CARLOS MORALEJO La localidad de Tamame de Sayago se ha celebrado (como conmemoración de antaño) la I Fiesta de la Matanza. La Fiesta comenzó el viernes 27 de diciembre a primera hora, con las labores propias de una matanza tradicional por estas tierras. La fiesta ha recordado a las antiguas bodas que se celebraban por tierras de Sayago, había boda y contraboda, porque en la matanza se realizó fiesta y contra fiesta, que duró dos días.
Primeramente se sacrificó el cebón, sin que faltara la copita de aguardiente con pastas para los matarifes y ayudantes, continuando con el resto de las labores de deshacer el cerdo, que permitieron dar una buena lección de anatomía a los niños y no tan niños presentes, que creo que no olvidarán, porque se les iba enseñando todos los órganos del animal. Después tuvo lugar una comida de amistad a base de sangre e hígados encebollados. La fiesta continuó y por la noche se degustaron unas sabrosas alubias preparadas con rabo, patas y orejas de cerdo, finalizando la jornada con bailes y cánticos de la época.
El sábado se continuó con los trabajos típicos de la matanza como: hacer morcillas y chorizos, aunque no se hicieron muchos, porque estaba previsto preparar una comida a base de los productos del animal para más de cien personas. Con la participación de algún socio con experiencia en estas labores se procedió a preparar la carne y la lumbre necesaria para asarla.
Sobre las tres de la tarde con las mesas preparadas procedimos, acompañados por un buen vino de la Tierra del Vino, a degustar como antaño la sabrosa comida, que finalizó con un sorbete de limón, turrones y polvorones de Navidad. Los socios disfrutaron de un día de la Fiesta de la Matanza que, pese a las bajas temperaturas, se aprovechó para estar juntos en amistad, conversación y reunión con todo el pueblo.
La fiesta no ha terminado, pues hay que comer lo que no se pudo asar del cerdo, que se acompañará con patatas de la tierra el próximo día de San Antón que, puede ser otro gran día, porque como dice el refrán del cerdo se aprovechan hasta los andares.
Y, dada la buena acogida que tuvo la iniciativa, se acordó una nueva edición el próximo año en Tamame de Sayago.