La línea que en la actualidad cuenta con mayor aceptación pese a no contar con un soporte documental demasiado sólido es la que relaciona el origen de
Mombuey y de su
iglesia parroquial con una encomienda templaria allí existente; un argumento sostenido por un documento de 1371 en el que el Rey Enrique II cede a Gómez Pérez de Valderrábano las villas de Mombuey, Alcañizes, Tábara y Ayoó "que habían sido de los templarios".