La seña de identidad de la
Catedral de
Zamora es su espectacular cimborrio de influencia bizantina y con escamas de
piedra. Se trata de un tambor perforado con 16
ventanas con
vidrieras sobre el que se elevan dos
cúpulas: una interna semicircular, gallonada y otra externa ligeramente apuntada. Su exterior se ameniza con cuatro cupulillas que sirven para reforzar las
esquinas y cuatro
frontones hacia los puntos cardinales que apuntalan la
bóveda.