Retablo de Nuestra Señora de la Asunción y de los
santos Juanes fuen encargado por los testamentarios de Juan Rodríguez de Fonseca, arzobispo de
Burgos, con destino al
hospital que fundara en
Toro.
La
arquitectura del retablo se debe al entallador toresano Pedro Díez. Las ocho tablas que alberga son de Lorenzo de
Ávila, acreditado pintor establecido en Toro, a quien se le terminaron en abonar los pagos en 1535.
Procede del Hospital de la
Cruz. Toro.