La fiscal ve indicios de desacato en la actitud del concejal de IU de Moraleja
El edil fue denunciado por el alcalde Freire tras intentar grabar un pleno
08.02.2013 | 01:27
S. RAMOS La fiscal ve indicios de desacato y desobediencia por parte del concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Moraleja, Francisco Martín, que acudió ayer al juzgado por la denuncia que presentó contra él el alcalde del municipio, Guillermo Freire, después de la celebración del primer pleno que se intentó grabar. La jueza antes de que se iniciara la vista oral instó a las dos partes a llegar a un acuerdo, al que se opuso el edil de IU por entender que «no creo que tenga que obedecer una orden indebida. Yo no me considero culpable, no estaba grabando, era gente del público», explica Francisco Martín, que se hallaba ayer un tanto sorprendido por cómo se resolvió el asunto en los tribunales. Por su parte Freire recuerda que él solicitó al concejal que dejara de grabar porque «llevábamos en el primer punto del orden del día el debate sobre esta iniciativa. De hecho ya se cuenta con cámara para grabar, pero la decisión del concejal nos ha costado estar sin celebrar un pleno durante seis meses». Así las cosas, y a la espera de la sentencia, la multa que se pide ahora para el concejal de IU es de 300 euros a razón de 10 euros por día
Los hechos se remontan al pasado 5 de julio de 2012, cuando estaba prevista la celebración de un pleno y alguien del público, simpatizante de IU, se dispuso a la grabación por entender este grupo que la ley le amparaba en aras de conseguir mayor transparencia de las sesiones. Un intento que se vio frustrado en otras dos sesiones por las opiniones enfrentadas que mantenían el equipo de Gobierno liderado por Guillermo Freire y el grupo en la oposición de IU, cuyo portavoz es Martín. Casi un mes después de la celebración del pleno es cuando Freire interpuso la denuncia por desacato y desobediencia.
El edil fue denunciado por el alcalde Freire tras intentar grabar un pleno
08.02.2013 | 01:27
S. RAMOS La fiscal ve indicios de desacato y desobediencia por parte del concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Moraleja, Francisco Martín, que acudió ayer al juzgado por la denuncia que presentó contra él el alcalde del municipio, Guillermo Freire, después de la celebración del primer pleno que se intentó grabar. La jueza antes de que se iniciara la vista oral instó a las dos partes a llegar a un acuerdo, al que se opuso el edil de IU por entender que «no creo que tenga que obedecer una orden indebida. Yo no me considero culpable, no estaba grabando, era gente del público», explica Francisco Martín, que se hallaba ayer un tanto sorprendido por cómo se resolvió el asunto en los tribunales. Por su parte Freire recuerda que él solicitó al concejal que dejara de grabar porque «llevábamos en el primer punto del orden del día el debate sobre esta iniciativa. De hecho ya se cuenta con cámara para grabar, pero la decisión del concejal nos ha costado estar sin celebrar un pleno durante seis meses». Así las cosas, y a la espera de la sentencia, la multa que se pide ahora para el concejal de IU es de 300 euros a razón de 10 euros por día
Los hechos se remontan al pasado 5 de julio de 2012, cuando estaba prevista la celebración de un pleno y alguien del público, simpatizante de IU, se dispuso a la grabación por entender este grupo que la ley le amparaba en aras de conseguir mayor transparencia de las sesiones. Un intento que se vio frustrado en otras dos sesiones por las opiniones enfrentadas que mantenían el equipo de Gobierno liderado por Guillermo Freire y el grupo en la oposición de IU, cuyo portavoz es Martín. Casi un mes después de la celebración del pleno es cuando Freire interpuso la denuncia por desacato y desobediencia.
Quien fue absuelto fue el concejal y condenado el Alcalde